Economistas Frente a la Crisis… frente a la crisis y frente a las propuestas del Comisario Olli Rehn

Ante el apoyo de la Comisión Europea a la propuesta del FMI de acometer una reducción de los salarios nominales como medio para atajar el problema del desempleo en España, y a la cabeza de ese apoyo, el del Vicepresidente de la Comisión y Comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Olli Rehn, Economistas Frente a la Crisis manifiesta lo siguiente:

• Una reducción de los salarios nominales del 10%, como viene a proponer el FMI con el entusiasmo de la Comisión Europea, en el contexto de una caída de la demanda interna hasta 2017 según sus propias estimaciones, no haría sino agravar su atonía retrasando la salida de la crisis.
• La propuesta del FMI respaldada por el  Comisario Rehn incide en el proceso de devaluación salarial que tan dramáticos resultados está teniendo para la economía española, deprimiendo el consumo privado, disminuyendo el PIB y destruyendo empleo. La propuesta del FMI y del Comisario Rehn  continuaría acentuando, hasta extremos difíciles de aguantar, las desigualdades en la distribución de la renta.
• La depreciación de salarios mejoraría sólo de manera desigual los márgenes empresariales, pero de ninguna forma reactivaría la economía. ¿Para qué iban a invertir los empresarios en un escenario de ausencia de demanda?
• El FMI y el Comisario parecen ignorar que se está produciendo una notable reducción de los salarios nominales. Con datos de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral en el cuarto trimestre de 2012 los salarios brutos percibidos por los trabajadores disminuyeron en tasa interanual el -3,6% y en el primer trimestre de 2013 el -1,8%. Y no sólo están disminuyendo los salarios nominales. Los salarios reales han disminuido desde 2010 más de 10 puntos porcentuales, produciéndose una importante pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores.
• Una «devaluación de salarios» tiene como objetivo mejorar la competitividad. Sin embargo, los problemas de competitividad que pueda tener España no residen precisamente en los costes salariales. Las exportaciones españolas se comportan de manera dinámica. A pesar de que los datos no son tan espectaculares como vende el Gobierno, es sin duda el indicador más positivo de la economía española aunque al mismo tiempo no sean más que una de las manifestaciones de la recesión de nuestra economía traída de la mano de las políticas de devaluación interna.
• Resulta complicado aventurar cómo se podría alcanzar un acuerdo entre patronal y sindicatos para llevar a cabo una reducción salarial tan fuerte, más aun después de la reforma laboral que debilita los convenios colectivos y erosiona el papel fundamental de la negociación en la interacción de las instituciones del mercado de trabajo.
• Resulta sorprendente que tanto el FMI como el Comisario Rehn propongan este tipo de medidas. Nos preguntamos si han estudiado en profundidad los efectos dinámicos que tendría una devaluación salarial de esta magnitud sobre el conjunto de los agregados económicos. El efecto inmediato de una reducción del 10% de los salarios nominales y de los precios sería una fuerte contracción del PIB, derivado de la caída del consumo privado, un aumento del desempleo y un incremento de la deuda pública y del déficit público como porcentaje del PIB. Dados los compromisos en materia de consolidación fiscal a los que está sujeta la economía española, estos efectos implicarían mayores recortes de gasto público, profundizando en la espiral austeridad-recesión.
• La caída de la renta disponible de los hogares que esta medida acarrearía, reduciría tanto su consumo como su ya limitada capacidad de ahorro, suponiendo un obstáculo adicional al necesario proceso de desapalancamiento privado. Por su parte, la caída adicional del consumo privado debilitaría aún más la demanda interna. No sería descartable que el balance de los bancos se viese afectado por un mayor nivel de morosidad que deterioraría los ratios de solvencia de nuestro sistema bancario, dificultando aún más el acceso de las empresas y las familias al crédito.
• Más aun, la simulación del FMI asume una caída de los precios asociada a la reducción salarial. Las condiciones de competencia que deberían darse para que este supuesto fuese válido están lejos de encontrarse en la economía española.
• Pretender que la solución al desempleo en España pasa por una reducción salarial es ignorar las causas del paro español.  Si bien entendemos que el Comisario es coherente en sus planteamientos, negamos el punto de partida. Un empresario no contratará más trabajadores, aunque sea a menor coste, si no puede vender lo que estos produzcan. El problema tiene su origen en la falta de demanda, no en el coste de la fuerza de trabajo. Un problema de diagnóstico, no ajeno a intereses llenos de sesgo, subyace en las políticas comunitarias.
• Finalmente, resulta indignante e intolerable que el Comisario Rehn quiera trasladar la responsabilidad del drama del paro sobre aquellos que se opongan a esta medida. Por el contrario debería tratar de realizar un ejercicio de humildad y autocrítica y reconocer los efectos devastadores de las políticas de austeridad que desde 2010 dicta la Comisión Europea, conocidos por todos, que implica a la gobernanza europea a cuya cabeza, al menos formalmente, se encuentran todos y cada uno de los componentes del Colegio de Comisarios de la Comisión Europea

En mayo de 2014 habrá elecciones al Parlamento Europeo. Desde Economistas Frente a la Crisis hemos puesto de relieve en numerosas ocasiones la importancia de las instituciones europeas en el funcionamiento de nuestra economía, de nuestra sociedad. Esperemos que esta importancia se manifieste en una alta participación y en un mensaje claro los ciudadanos en defensa del Estado de Bienestar y de una economía puesta al servicio del progreso.